martes, 7 de junio de 2011

Maratón de New York; el día que supe de vos (Día Uno)


Me levanté de la siesta... suelo comenzar el día muy temprano para trabajar o estudiar, depende de qué me toque en cada jornada, asi que la siesta es casi una religión para mí, a metros del obelisco.

A veces pienso que me gustaría estar en un lugar solitario y abierto, y al despertarme ver el mar o una montaña... pero igual no sé cuanto tiempo podría estar lejos de esta selva porteña.

Decía que me levanté aquella tarde de la siesta, aturdido, perdido, medio dormido todavía... tenía que ir a trabajar.

Nunca me voy a olvidar de aquel Miércoles 27 de abril. Se sorteaban los cupos para la maratón de New York... la famosa "Lottery".

No sé por qué, supongo que el "olfato", la intuición, el deseo o todo eso junto me hacían estar alerta hacía dias esperando el sorteo. Curioso, no?... en estos tiempos de globalización y de la ruptura de distancias a partir de lo virtual, New York ya no quedaba a miles de kilómetros, si no a metros de mi cama, más precisamente en el monitor de mi PC.

Me tomé un vuelo hasta esa silla, medio dormido, para ver si habían novedades... se suponía que pasado el mediodía en Buenos Aires empezaba el sorteo... ya eran las 5PM y no había podido revisar antes.

Mi amiga Laura me había pedido que la mantuviera al tanto. Ella me había prestado su tarjeta de crédito "internacional" para pagar el sorteo... unos 11 dólares que permitían soñar a cualquier corredor con su "Disney para runners".

Laura también se había anotado, igual que varios compañeros del grupo de entrenamiento... pero Laura y yo estábamos contando las horas...

En el medio de conectarme, seguía haciendo un par de llamados telefónicos, revisando papeles, escuchando archivos de sonido, típico de mi hiperkinesia.

Fue ahí cuando llegué al enlace que me habían mandado por mail, y a partir del cual se podía ver "on line" el show de la "lottery" y podías verificar con tu número de sorteo, cómo te había ido.



EL CLICK

Hice clik.
Entré a la web.

Mientras hablaba por teléfono no sé con quién, hallé el cuadro donde poner mi nombre, apellido y número para el sorteo... completé, y de repente no entendí NADA.

Mi inglés no es de maravillas, pero sí fluido y suficiente como para entender un texto simple... pero no daba crédito a lo que estaba leyendo; "Congratulations,you have been selected! You number entry is..."

Stop. "QUÉ???... es lo que estoy leyendo??"

"A ver Lucho, calma... vamos por partes... "Congratulations" es claro; FELICITACIONES, ok?...

"You have been selected"... "claro, HAVE BEEN, te acordás del passive voice del colegio secundario?... HAS SIDO...si, ok, hasta ahí vamos bien..."

"Your number entry is..." "NO PUEDE SER LO QUE YO CREO QUE ES"... me dije a mi mismo mientras seguía hablando por telefóno, hasta que paré la charla y dije; "pará, pará... no te puedo creer, creo estar leyendo algo que... no estoy seguro, o sea, no me quiero ilusionar... pero, creo que entré a la maratón de New York... pero no sé..."

Inmediatamente capturé la imágen y la subí al facebook para ver qué decían mis amigos runners... yo entendía claramente lo que ahí estaba escrito, pero no quería creerlo!

Hasta que todos me decían; SI, ENTRASTE!!! QUE CULO!!!... tardé horas en caer... recién un día después me di cuenta de lo afortunado que había sido. Y me puse "eufórico con delay".

Esa vez llegué tarde al trabajo, pero levitando sobre una nube. Un par de horas después fui al entrenamiento y le conté a mis entrenadores y algunos de mis compañeros ya lo sabían por haberlo visto en el Facebook... NO LO PODÍA CREER.

Era uno de los runners más felices de la tierra en ese momento.

Había entrado en la Maratón más grande del mundo. Se habían anotado 100.000 personas de todo el planeta, y una de cada diez entraba...y allí estaba yo.
Me apené por Laura, por Marcelo, Por Manu, que no entraron... me hubiese encantado correrla con ellos...


Fue el deseo profundo?, fue la "suerte"?, fué la casualidad?, fue la CAUSALIDAD?, fué Dios?.. quién sabe...

Lo que sé es que nunca olvidaré la tarde en que supe de vos, MADRE DE TODAS LAS DISTANCIAS... versión New York.


La próxima vez, confiaré más en mi inglés.



(Les dejo la captura de pantalla de aquella tarde)







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